La buena calidad y la cantidad de alimentos influyen en un mejor aprendizaje y rendimiento de los niños en las escuelas.
por Virginia Busnelli
Nos acercamos al comienzo de clases y debemos volver a la rutina anual, dejar atrás las vacaciones y prepararnos para cumplir con las necesidades que nuestros hijos tendrán a la hora de retomar sus actividades escolares.
Prestar atención a su alimentación en su estadía fuera de casa nos permite como padres satisfacer las necesidades específicas de nuestros hijos; así mismo seguir participando del proyecto educativo que para ellos encaramos, enseñando, generando y reforzando los buenos hábitos que los ayuden a incorporar una cultura saludable para su alimentación, asumiendo el desafío principal que hoy tenemos como padres y como sociedad.
Enviar desde casa las viandas escolares es el reflejo de lo que se cocina y consume habitualmente en el hogar, pero es muy importante no dejar de prestar atención a lo que contribuye y sirve para mantener el bienestar y salud de un niño.
Sabemos que la buena calidad y la cantidad de alimentos influyen en un mejor aprendizaje y rendimiento de los niños en las escuelas. Por eso, qué comida llevan en las viandas es una cuestión importante que define no sólo el desempeño en el aula sino también el futuro de su salud, comer con frecuencia comidas hipercalóricas como snacks, alfajores, galletitas dulces, jugos azucarados y gaseosas favorece el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y otros problemas. Si bien es importante no realizar prohibiciones alimentarias en los niños, la alta disponibilidad de alimentos de calidad siempre será la mejor opción.
En el momento de la preparación de las viandas es muy importante adaptar la cantidad de las mismas a los diferentes niveles (inicial, primario y secundario) con la finalidad también de enseñarles a comer lo justo y asegurarnos además que cumplimos con las necesidades individuales de cada niño.
A la hora de elegir el contenido debemos hacerlo en forma variada y armónica, recordando que los chicos no comerán en el colegio lo no les gusta en casa e incorporando los seis grupos de alimentos que son lácteos, carnes, verduras, frutas, cereales y grasas, lo mejor es incluir algo de cada grupo y variar el menú cada día. Para beber, lo ideal es el consumo de agua segura, aunque en algunos casos y según las costumbres puede optarse por leches descremadas o bebidas con bajo contenido de azúcar o cero calorías.
Es muy importante recalcar las condiciones de seguridad alimentaria a la hora de preparar una vianda escolar, prestando especial atención a la cocción, temperatura, conservación, envase, transporte, refrigeración, relación entre preparación y el tiempo de consumo del alimento.
Un buen consejo para los padres es recomendarles armar el menú semanal para poder planificar con tiempo la preparación de la vianda y posiblemente dejarla lista la noche anterior.
Algunas sugerencias de menúes de viandas escolares pueden ser: tartas de verduras (calabaza, choclo, zapallitos) con agregado de ricota magra y quesos descremados; empanadas con diferentes rellenos; sandwich con carne, pollo, verduras, y con distintos tipos de panes; bocadillos de distinta variedad; milanesas de carne vacuna, pollo y pescado, acompañadas por ensaladas variadas (los tomates cherry suelen ser muy atractivos para ellos); fideos de diferentes tipos; arroz con atún o verduras; panqueques livianos con rellenos de distintos tipo; y como postres se aconseja darle frutas de estación, postres con frutas frescas o secas, postres lácteos, yogur con granola o con fruta, barritas de cereal.
No olvidemos que a todos nos gusta comer rico además de sano, así que diariamente envíale a tu hijo su dosis de placer. Porque si no lo haces, lo conseguirá de todos modos.
Aconsejo a las madres a no realizar prohibiciones a los niños sino enseñarles a comer sano y rico pero lo justo.
(*): Médica especialista en Nutrición. Directora Médica de CRENYF.